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El SAG de Aysén intensifica la fiscalización de la Ley de Alcoholes y llama al consumo y compra en lugares establecidos.

 

Una de las facultades de fiscalización del Servicio Agrícola y Ganadero es supervisar los productos regidos por la Ley de Alcoholes (N° 18.455). Esta labor busca garantizar que estos productos no sean falsificados, alterados, adulterados o estén en desacuerdo con la normativa legal vigente.

Las labores de fiscalización se intensifican en los locales comerciales y puntos de venta durante las fiestas patrias. El propósito es asegurar la “genuinidad” y “potabilidad” de estos productos, los cuales pueden afectar la salud pública.

Valeria Carrasco Sáez, directora (S) del SAG, explicó: “Durante el mes de septiembre, se observa un aumento en la venta de vinos, chichas, pipeños, cervezas y licores. Por esta razón, el Servicio, a través de su programa de fiscalización, lleva a cabo acciones de control en diversos lugares de venta con el objetivo de evitar la comercialización de productos falsificados, adulterados o que no puedan acreditar su origen”.

Es por esto que, durante esta semana, el equipo de fiscalización visitó diversos locales de venta para verificar que los productos ofrecidos cumplan con la normativa vigente.

Milixsa González, profesional de la oficina sectorial de Coyhaique, añadió: “Específicamente, hemos realizado fiscalizaciones de alcoholes en diferentes puntos de la comuna, tomando muestras de chicha y pipeño para garantizar su potabilidad y calidad. Esto se hace con el fin de asegurar a los consumidores que estos productos alcohólicos, como vinos, chichas, cervezas y destilados, cumplen con la normativa vigente”.

El papel de fiscalizador cobra mayor relevancia en esta época de celebraciones, tanto para proteger la salud pública como para respaldar la producción asociada al mundo agrícola. En este sentido, el Seremi de Agricultura, Alan Espinoza Ortiz, destacó la reciente inclusión del “Pipeño” en el Registro de Bebidas Alcohólicas, por parte del SAG.

“Queremos recordar que el Servicio Agrícola y Ganadero reconoció este año al ‘Pipeño’ como bebida alcohólica, con el fin de contribuir al desarrollo de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y reconocer este tradicional vino como una de las bebidas alcohólicas producidas en el territorio nacional con características propias y como un producto elaborado por la pequeña agricultura familiar y no en un proceso industrial”, señaló.

Es importante mencionar que el SAG, como organismo encargado de fiscalizar los productos regidos por la Ley de Alcoholes (N° 18.455), además de realizar análisis y proporcionar resultados, tiene la facultad de imponer multas a los infractores, que pueden oscilar entre los $58.772 y los $8.815.800 aproximadamente. En caso de reincidencia, el SAG tiene la autoridad para decretar la clausura temporal o permanente de los locales.

 

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