La mayoría de los chilenos sube de peso con tantos días de celebración y disfrute de comida típica. Es difícil controlar la cantidad de calorías ingeridas y más aún en un ambiente de fiesta. 

Jessica Liberona, nutricionista e integrante del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, comenta que, en la mayoría de los casos, la rutina de alimentación de estos días se desordena y se calcula que una persona puede llegar a subir entre 2 o 3 kilos durante el transcurso de las fiestas. 

Por esto, es recomendable realizar una dieta equilibrada los días posteriores a la celebración, es decir, “una alimentación basada en verduras, frutas, carnes blancas y cereales integrales. Además, es importante controlar la ingesta calórica, ya que permite adecuar una buena cantidad de antioxidantes. Evitar el consumo de las carnes procesadas y azúcares refinadas, disminuye la ingesta de grasas saturadas, que pueden perjudicar la salud cardiovascular”, afirma la especialista.

 

 

En el caso de querer bajar el peso ganado durante las fiestas, se recomienda no realizar dietas extremas que prometen efectos rápidos y fáciles, dado que en su mayoría generan un efecto rebote. En consecuencia, lo mejor es bajar esos kilos de la forma más sana posible con cambios que perduren en el tiempo.

Asimismo, la nutricionista aclara que las dietas détox -o de moda- que son muy recurrentes después de las celebraciones no gatillan una pérdida de peso real. “Lo que hacen es un cambio en el porcentaje de la hidratación más que de las grasas, por lo que no son recomendables para menores de edad, personas con enfermedades crónicas, embarazadas, ni adultos mayores”. 

Lo más conveniente es comer porciones normales y tratar de que el tiempo de ingesta siempre sea lento, idealmente demorarse unos 20 minutos. También, es importante no pasar más de cuatro horas sin comer entre cada comida, porque aumenta la posibilidad de que existan sobreconsumos.