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Día Mundial de la Audición: Es posible perder la audición por ruidos fuertes

 

Escuchar música con audífonos a volumen alto, trabajar de manera habitual con máquinas ruidosas -como una cortadora de pasto-, y el sonido fuerte de un concierto pueden perjudicar la audición, incluso de manera irreversible.

 

El sonido se mide en unidades llamadas decibeles. Aquí, algunos ejemplos:

 

  • 60 decibeles: una conversación a volumen normal, la que no es dañina
  • 80 decibeles: ruido de vehículos, puede ser riesgoso
  • 80 a 110 decibles: algunas herramientas y escuchar música a volumen muy alto con audífonos, lo que se considera riesgoso
  • 120 decibeles o más: una sirena o un disparo, probablemente causen pérdida de audición

 

Estos sonidos fuertes dañan la cóclea, donde se encuentran las células ciliadas, que son parte del oído interno. Este envía las señales auditivas al cerebro, las que se pueden ver perjudicadas de manera transitoria o permanente. Esto puede pasar una sola vez y ser inmediato (como al escuchar una explosión) -lo que se conoce como trauma acústico agudo-, o deberse a exposición constante a ruidos altos por un tiempo, como ocurre con trabajos con herramientas o motores, el que se conoce como trauma acústico crónico.

 

El Dr. Leandro Rodríguez, otorrinolaringólogo del Centro de Oído de Clínica Universidad de los Andes, explica que “la lesión coclear depende de la intensidad del sonido. A mayor intensidad, más dañino. La pérdida auditiva es bilateral, la mayoría de las veces, en traumas acústicos crónicos. Otro factor es el tiempo de exposición en el trauma crónico y la duración del estímulo en el trauma agudo”.

 

 

A diferencia de la pérdida de audición por edad o enfermedad, la provocada por sonidos fuertes sí es prevenible. Lo principal es bajar el volumen si es posible, mantenerse a distancia de lo que provoca el sonido y no exponerse por mucho tiempo.

 

El especialista entrega algunas recomendaciones para cuidar la audición:

 

  • Protegerse en el lugar de trabajo: se pueden usar tapones de espuma u orejeras diseñadas para esto, sobre todo si los sonidos son demasiado altos.

 

  • No exponerse a sonidos fuertes recreativos: evitar estar mucho tiempo en un lugar con música a volumen demasiado alto, como conciertos. De hacerlo, usar tapones o alejarse de los parlantes, además se recomienda salir del lugar un momento y luego volver.

 

  • Uso de audífonos adecuados: se aconseja usar los que van por fuera, ya que permiten cancelar el ruido ambiente y alcanzar la misma sensación sonora a menores intensidades de sonido. En cambio, los auriculares intracanales ejercen mayor presión sonora en el oído, por lo que son más perjudiciales.

 

Para quienes trabajan en lugares ruidosos, se recomienda un control con el otorrinolaringólogo para pesquisar a tiempo cualquier síntoma de daño auditivo y tomar las medidas necesarias para que no empeore. Lo mismo si se ha estado sometido a un trauma acústico agudo, para evaluar un posible daño a nivel de oído medio o interno”, aconseja el Dr. Rodríguez.

 

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