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Curso de capacitación promovió el uso comunitario de energía renovable en Aysén

 

Transitar desde la utilización de combustibles fósiles hacia las energías renovables es uno de los desafíos más importantes que debe enfrentar Chile, pero este es aún mayor si se impulsa que la energía además de ser renovable, sea de propiedad de las personas. La Región de Aysén cuenta con un potencial importante para el desarrollo de proyectos de energía renovable de propiedad comunitaria. 

 

En este marco es donde cobra relevancia el impulso de iniciativas de generación distribuida de propiedad conjunta, herramienta que permite que un grupo de personas instale un sistema de generación renovable en un lugar con potencial (hídrico, eólico o solar), inyecte la energía inyectada a la red eléctrica y ahorre en sus cuentas de electricidad en sus casas, estén estas cerca o lejos del punto donde esta se genera. Esto permite mejorar el acceso a este tipo de tecnologías ya que de forma grupal se unen los recursos y es mucho más realizable, además el trabajo colaborativo genera empleos relacionados con estos sistemas favoreciendo con ello el desarrollo local. 

 

Este fue el tema que abordó el pasado 13 y 14 de octubre el curso gratuito impartido en la ciudad de Coyhaique por la ONG Energía Colectiva en colaboración con la Seremi de Energía de Aysén, iniciativa financiada por el Fondo de Fortalecimiento de Organización de Interés Público (FFOIP 2023).

 

Al respecto, el Seremi de Energía de Aysén, Carlos Díaz, quién expuso sobre los aspectos técnicos de la generación distribuida de propiedad conjunta, destacó que “es prioritario poder impulsar la generación de energía renovable de propiedad de las personas, para que se transforme en algo común que las viviendas se abastezcan de energía eléctrica renovable y propia. En Aysén tenemos tanta disponibilidad de recursos renovables, principalmente hídricos, que es posible que las personas se organicen, construyan microcentrales de pasada, que estas inyecten a la red y que esas personas consuman esa energía, donde sea que vivan en la región. Pensamos que esto incluso puede ser una medida de descontaminación, si es que las personas se cambian desde la leña a la calefacción eléctrica, con electricidad propia”. 

 

 

Otro de los ámbitos que abarcó la capacitación estuvo relacionado con el marco regulatorio a cargo de Cristian Mires, Abogado, Magíster en Medio Ambiente y Asesor Legal de la ONG Energía Colectiva, quién señaló que “este taller abordó contenidos jurídicos importantes para conformar una agrupación de usuarios necesaria para desarrollar un proyecto bajo la modalidad de propiedad conjunta o comunitaria. Los participantes pudieron comprender los beneficios de este tipo de iniciativas los que van más allá de los temas individuales, ya que permiten aprovechar economías de escala, y levantan barreras como son el acceso al conocimiento incentivando la asociatividad en las personas”. 

 

 

La segunda jornada estuvo a cargo de Marjorie Neto, Electricista de formación y docente de la facultad de ingeniería USACH, quién desarrolló un taller sobre el dimensionamiento técnico y económico de un proyecto de generación distribuida de propiedad conjunta, ejercicio que buscó estimar el ahorro real que se produce con este tipo de iniciativas y evaluar su rentabilidad. 

 

Finalmente, el Seremi Díaz recalcó que “cada día son más las personas que buscan poner en práctica acciones transformadoras que contribuyan a tener una región más renovable y que además les alivie el gasto económico de la calefacción. Este curso fue una invitación a ser parte de un cambio cultural que ha cobrado mucha fuerza en otros países. Es muy común en otros lados del mundo que la ciudadanía forme cooperativas energéticas y que las personas se abastezcan de energía propia, generada incluso a cientos de kilómetros de su punto de consumo”. 

 

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