La causa más común de espasmo del párpado es la mioquimia palpebral, que consiste en una serie de contracciones musculares que provocan temblores involuntarios e intermitentes. Habitualmente compromete al párpado de un ojo, siendo más frecuente en el párpado inferior. 

 

Las mioquimias parpebrales suelen ser transitorias y durar pocos días, además, se presentan en jóvenes sanos sin ninguna enfermedad asociada. Sin embargo, si el espasmo persiste durante un periodo largo o va acompañado de otros síntomas, se aconseja consultar a un especialista. 

 

El Dr. Gonzalo Varas, oftalmólogo de Clínica Universidad de los Andes, agrega que “si el temblor compromete otros músculos del rostro o si vemos que ambos ojos se contraen al mismo tiempo, podría tratarse de un problema mayor. Otras señales de alerta pueden ser caída del párpado, alteración de la visión, irritación y dolor ocular”.

 

 

Entre las principales causas de los temblores en los párpados están el estrés, la falta de sueño y el consumo excesivo de cafeína, que genera que los músculos se contraigan involuntariamente.

 

Por lo general, la mioquimia palpebral desaparece sola sin tener que hacer una intervención médica. A la mayoría de los pacientes les basta con descansar, tomar medidas para reducir el estrés, lubricar el ojo y esperar a que pase. De manera excepcional, el especialista afirma que, “en los casos graves, podemos inyectar diferentes dosis de toxina botulínica en el músculo orbicular que está alrededor de los párpados con el fin de detener los espasmos”