La luz solar no es solamente peligrosa para la piel, sino que también puede provocar diversas enfermedades y problemas oculares al no moderarse la exposición ante radiación ultravioleta, sea cual sea el mes del año. Se estima que los ojos, aproximadamente, son 20 veces más sensibles a la radiación solar que la piel, por ello, puede generar cambios en la estructura de los tejidos oculares, provocando graves lesiones.
El Dr. Ricardo Colvin, oftalmólogo de Clínica Universidad de los Andes, advierte que “al tener una alta y progresiva exposición de los ojos a los rayos UV, aumenta el riesgo de desarrollar algún tipo de enfermedad ocular como cataratas, quemaduras de la retina, crecimientos anormales en el ojo o cánceres oculares, que en algunos casos pueden tardar años en desarrollarse”.
A veces, se cree que porque hay nubes el sol no actúa, pero el 90% de los rayos solares pueden atravesar la neblina y nubes de poco espesor. Asimismo, se debe tener un especial cuidado frente a las horas que presentan un mayor nivel de rayos UV, que es alrededor de las 10 am y las 16 pm. Además, se recomienda que niños menores de 2 años no tengan una exposición directa al sol, y después de cumplir esta edad, siempre deben usar protector solar, anteojos de sol y sombrero.
Los síntomas más frecuentes por exposición directa de radiación solar a los ojos:
- Enrojecimiento de los párpados acompañados de dolor o ampollas
- Inflamación conjuntiva
- Ojo rojo
- Visión borrosa
- Dolor ocular
- Lesiones en la córnea que provoca lagrimeo y dolor intenso
- Alteraciones en la estructura del cristalino
- Lesiones en la retina que provoca pérdida de la visión
Es importante que, al momento de elegir unos anteojos la etiqueta especifique que tenga un mínimo de 85% de absorción de los rayos UV-B y, si es que son “UV 400”, significa que al menos bloquean el 99% de los rayos UV. Además, el Dr. Colvin comenta que “hay que tener en cuenta que los lentes más oscuros no son necesariamente los mejores, ya que la protección contra los rayos UV proviene de un químico invisible, y no del color de estos”. De igual forma estos deben cubrir el área de los ojos, idealmente para que los rayos solares no penetren desde los costados.
