En diversas ocasiones, el calor ha sido el responsable de que grandes eventos deportivos no puedan llevarse a cabo y las fechas en los calendarios deban ser reagendadas. A raíz de esto, muchos podrían preguntarse si las altas temperaturas pueden o no ser perjudicial para la salud de los deportistas. La respuesta es afirmativa cuando la persona no toma las medidas adecuadas para entrenar bajo condiciones extremas.
Al practicar actividad física bajo el sol y con mucho calor, la temperatura corporal aumenta. De hecho, por cada grado centígrado, incrementa un 13% el metabolismo celular.
El Dr. Álvaro Valenzuela, traumatólogo especialista en Medicina Deportiva de Clínica Universidad de los Andes, señala que “cuando una célula se deshidrata, hay tendencia al catabolismo muscular, donde el cuerpo comienza a utilizar las proteínas del músculo como fuente de energía, degradando las reservas energéticas que en él se encuentran y predisponiendo al músculo a tener alguna lesión como desgarro o ruptura del tejido”.
A continuación, el Dr. Valenzuela nos deja algunas estrategias para manterner un buena hidratación mientras nos ejercitamos:
- Tomar pequeñas cantidades de agua antes, durante y después de la práctica deportiva
- No esperar a sentir sed
- Tener una botella con agua a la mano, idealmente en un recipiente térmico que la mantenga fría
- En el caso de las bebidas isotónicas, se recomiendan cuando las sesiones de entrenamiento son de intensidad moderada o alta
Todas las células y órganos del cuerpo necesitan agua para sus funciones, pero mientras se realiza algún deporte, una buena hidratación permite la contracción y relajación constante de las fibras musculares, además de que hidrata las mucosas en los pulmones y lubrica las articulaciones. Es más fundamental aún si se agrega calor.
